
Cuántas coplas destinadas a homenajear y galardonar este gran día. Un día de reflexión, de “brunch”, de caminata en la Cota Mil, de reunirse con la familia, con la cultura, con Dios o sus equivalentes, con el teatro, con el periódico; un día de optimismo, de líderes dando consejos y decisiones presidenciales, de músicos publicando sus pensamientos en los blogs, de mesías resucitando, de pensamientos renovadores. Especialmente un día de descanso y todo lo que esto conlleva.
“Descanso Dominicial” es un gran homenaje a ese día. Una pieza de arte moderno que sólo pudo ser concebida por unos futuristas españoles que estaban en el tope de la vanguardia poli cromática de los polémicos 80: MECANO.
Cada prosa de Mecano, es una alabanza al destino, a la denuncia poética, al arte y estética, a la dulzura y la coloridad. Su sonido es único, la vocalista tiene mucho o todo que ver. Sus ritmos y mezclas denotan una vanguardia tan abrupta que podría lanzarse hoy día en MTV y los nuevos adolescentes pensarían que se trata de una nueva banda, de la mejor banda del 2009; y este CD se llevaría todos los premios con formas de aves, cotufas, afroditas y especialmente el premio de los sensibles que reconocen a un igual, premio que los inmortaliza para siempre. Madrid, la marcha y la elocuencia de la generación a la que pertenecieron marca el sello indeleble de unos verdaderos creadores que escuchaban su entorno y lo transformaban en palabras, voz y sensorialidad.
De “El Cine” a “Fábula” estos tres genios, llevan a sus fans por un recorrido de lo mundano a lo fantástico y mítico, sin mayor pretensión. Como si hubiesen escrito las letras de las catorce piezas de este disco, de una sentada un mismo domingo, este álbum me recuerda a una sesión de meditación donde los pensamientos van elevándose hasta el punto más sensible, iluminado y coherente de nuestro ser. Cada canción da un paso adelante hacia la lucidez, dejando atrás las palomitas de maíz, la Estatua de la Libertad, los conflictos moralistas sobre la homosexualidad y la buena vida; asumiendo verdades más importantes como la fuerza del destino, el amor y el poder de la renuncia. Se plantean conflictos mayores redibujados con metáforas excepcionales, como la transgresión de nuestra naturaleza en pro del progreso y la ciencia, con la muerte de Laika hicieron llorar a una generación entera, “mientras en la tierra una gran fiesta, gritos, risas, llantos y champagne, en la tierra hay una perra menos y en cielo una estrella más”. Y ni más ni menos políticos también se plantean otro tipo de domingos y de reivindicaciones, se unen a los más desfavorecidos y explotados, levantando un blues a los esclavos y una bandera al no-racismo, es acá donde alcanzan su punto de ebullición este LP y visionando un sonido a lo Bajo Fondo Tango Club, estos ídolos reclaman un mundo más justo y ponen su genio al servicio de la humanidad:
“a ver si ahora con la guerra de secesión
se admite nuestro sindicato del algodón
que a saber
quiere obtener
descanso dominical, un salario normal
dos pagas, mes de vacaciones
y una pensión tras la jubilación
que se nos trate
con dignidad
como a semejantes
emigrantes
que se terminen
las pasadas,
las palizas del patrono
y el derecho de pernada”
Una vez alcanzada la preguntas básicas del artista, pero diferenciándose en cómo las llevan a la física, estos músicos consagran su domingo dándole una oda a la matrix, esencia, iluminación o llámese genio, homenajeando al más grande de los artistas españoles, el salvador de una estética, la voz de la cúspide del ingenio, del inconsciente colectivo a través de una era que lleva su huella, bien ellos saben decir, “Eungenio Salvador Dali” y esculpen el orgasmo de una meditación popular al decir “Si te reencarnas en cosa hazlo en lápiz o en pincel, queremos genios en vida, queremos que estés aquí”. Y ahí acaecen con el grito final de gloria, después de haber alcanzado la luz azul de lo etéreo y sublime. Ellos llegaron, ellos acabaron, ellos parieron un gran domingo. Un domingo que amanece y anochece en la mente de todos los que vivimos esos años de gloria y a la vez de decadencia. Latentes, siguen, latentes, un año más de música instrumental elevados en la estratósfera, unas letras al “Tiempo”, a los años que pasan y a los relojes de antaño previendo su inmortalidad. Nos alertan sobre la desilusión y sobre el peligro de la conquista sobre la naturaleza y la muerte de Dios, la ridiculez de la Corona y la llegada al principio, al comienzo que es el final, a la nieve eterna, pues al principio no había nada y nos imaginamos que la nada era blanca, “Heroes de la Antartida” es una excusa, una alerta, una denuncia a una generalidad que supieron plantear con un tema específico. El todo está en todo. Ya adentrados en la meditación profunda, llegan al Everest, al ying y al yang, al origen, al sol y la luna, conceptos puros y milenarios, dos hermanos inseparables; se aferran a ellos, le imploran que nada nunca los separe de los dos, reconocen en ellos la fuente de la creación. Este magistral álbum termina dando un regalo a la fábula, amalgamando todas sus inquietudes no en conceptos únicos, sino en un planteamiento fantástico que aparagua y hace convivir a todas las preguntas de una forma fantástica. Ahí, donde los animales hablan, los árboles dan enseñanzas y la vestimenta es una forma de expresión, es la conclusión a la que llegan este trío dinámico al final de su jornada dominical. Y pensar que esta canción sustenta una visión de una generación que sigue mutando, una forma de vivir, de ver, de escribir, de pintar, de vestirse, de sobrevivir a este mundo donde otros toman eternas decisiones por nosotros y al final, poco podemos influenciar sino es a través del arte o mejor dicho, del buen arte. Ellos visionaron todos los años por venir. El final de la música en español seria y todas sus causas y consecuencias.
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