Sucede que maracay es una ciudad extraña. Demasiado caliente. Demasiada brisa caliente. Gente demasiada loca. Ella se llama Jennifer, claro que es Jenny. Había terminado con su novio y estaba bebiendo smirnoff ice. Yo estaba en la misma onda, la diferencia es que mis problemas los dejo donde pasan y no ando con ellos encima. O quizá no. El caso es que…
“hola”
“qué hubo, loco loco!”“aquí, tipo normalito”
“mira, te presento a Jenny”
No sé, me dio la impresión de que el pana estaba me pichando a esa loca y así me pareció cuando la vi, noté de inmediato en su sonrisa fuera de lugar de que algo no andaba bien. Claro, a mi me gustan las peleas, así que dije
“sí va!”
Y nada, otro loco más para el negocio, que consistió en una cháchara con la jeva esa, que me preguntó
“mira, y tú que haces?”
“el ridículo, jajaja”
Y ella se rió, aunque seguía con la idea de saber qué carajo hago con mi vida (o sea, saber cuanto gano) y yo me limité a comentarle que trabajo en un negocio propio y tal, y le comencé a hablar de eso y de pronto estábamos hablando de que en da bar vas (o como sea) siempre había peos y de que en galenos filman a las carajas tirando con sus novios (sic)
“mira, yo dejé a mi novio porque una tipa me mandó un mensaje diciendo que se había cogido a mi novio en da bar y como yo sabía que él iba para allá, bueno, me quedé callada y le tranqué el celular y llamé a mi novio y el maldito lo tenía apagado. ¡qué mamaguevo es!”
A estas alturas yo pensaba: “juan, te jodiste”
“entonces, un pana me dijo que carolina tenía un video y tal, pero la chama esa me dijo que no me iba a mostrar porque le daba vaina y tal y nada, me puse ladilla hasta que me lo enseñó y que veo? Coño, a mi novio, de perfil, cogiéndose a una puta que estudia derecho en la uba y es rolo de puta…”
“qué chimbo? Eh, chama, me molesta que te haya pasado eso, porque eres una persona agradable”
Nada, no sé qué coño pasó, pero yo mismo di un paso al frente ante el abismo.
“ay, qué lindo! Pero, no joda, una de guevona siempre se enamora del primer pendejo que mete el paro; pero todos los hombre son unos malditos”
Comencé a reírme de esta criatura. Pero quería escapar a mi apto del piso 10 y poner buena música, porque ya el reguetón me había sacado del quicio. Y seguí hablando, sacando un tema de conversación distinto, para un minuto más tarde decirle
“sabes? No te deberías preocupar por eso”
Ella me miraba, intrigada
“coye, era mi novio cómo no me voy a preocupar?”
Dentro de mi se formulaba una pregunta: qué coño estoy haciendo?
“hizo eso. Y qué? Olvídate de todo eso y sigue con tu vida. No vale la pena que llores por eso. Sé que suena extraño, pero en el fondo, es así”
Ella me dijo que se sentía bien, porque lo que yo le decía (que tampoco era gran cosa) era algo sincero y por lo que percibí, ella no escucha muchas palabras sinceras. Me sonrió. Le sonreí.
“lástima que no bailas reguetón”
En este preciso instante es donde uno necesita que todo se detenga y uno se ponga analizar; pero, al carajo!
“y quién te dijo que no sabía?”
De inmediato nos fuimos a bailar. Delante de mi, los fantasmas de Hendrix, Joplin, Morrison, Beethoven, Bach, Bramhs, Schubert & etc. Me miraban con cara de decepción; pero otro fantasma, a quien no reconocí de momento, pero me parecío un duende, me hizo el gesto aprobador con el pulgar y su voz se levantó por encima de aquel ruido infernal y llegó directo a mi oído: “hágalo man, todo sea por tirar” Obviamente, estoy alucinando. Mucha caña, mucho insomnio, mucho café. También me lancé una sesión de Velvet Underground y me vacilé, una vez más, Apocalypse Now. Así que ya mi ser interior estaba en otra órbita. Y nada.
(continuará)
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