A propósito del mezcal, Juan Carlos Ballesta me manda un tema del gran Corcobado, que unos pocos privilegiados pudimos disfrutar en vivo hace unos meses en Caracas y en Mérida. Se llama dientes de mezcal y se lee así
”Y en nuestro último beso
mordimos el gusano del mezcal.
Y después nos suicidamos,
y por eso yo, yo lloro esta canción
desde el trono, el trono borracho
del cielo, del cielo del amor.”
Pero la banda sonora que nos ha acompañado en gran parte del viaje es la de Lila Downs, a quien vimos y escuchamos en Oaxaca en una extraña fiesta con muches, dueños de hoteles de lujo y artistas con más o menos pretensiones. Su desgarrada voz surgida de las entrañas de México, y de largas noches en cantinas, suponemos, asume también esa parte gringa heredada de su padre.
mordimos el gusano del mezcal.
Y después nos suicidamos,
y por eso yo, yo lloro esta canción
desde el trono, el trono borracho
del cielo, del cielo del amor.”
Pero la banda sonora que nos ha acompañado en gran parte del viaje es la de Lila Downs, a quien vimos y escuchamos en Oaxaca en una extraña fiesta con muches, dueños de hoteles de lujo y artistas con más o menos pretensiones. Su desgarrada voz surgida de las entrañas de México, y de largas noches en cantinas, suponemos, asume también esa parte gringa heredada de su padre.
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