jueves, 6 de marzo de 2008

San Diego Serenata


(balada para Tom Waits)

Tom, fumemos un último cigarrillo

deja ya de llamar a aquella
Martha
las chicas de pueblo no entienden
de poesías y rosas
Solo pasan su tiempo
la vida
los años
secándose detrás de un viejo mostrador
esperando su turno de convertirse en estatuas
de sal y olvido

como la mujer aquella
como el desierto este


No solo el piano ha estado bebiendo
ambos hemos bebido el licor más amargo
el más sórdido de todos los añejos
como los moteles de paso que frecuentas
y la soledad de las jeringas usadas

No existen los caminos perdidos
siempre queda la última tonada
y algún reflejo en el horizonte que amanece


San Diego jamás ha sido tan triste.

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