
El Danny andaba conmigo. Ese es otro que vive escuchando Indie. Yo me estoy fumando un cigarrillo, cabilando en la posibilidad de que ocurra una generación espontánea de marihuana en el cigarrillo que tengo prendido. No joda, qué bonita teoría para explicar el origen de las vainas: todo salió de la nada. No joda, a mí me convence más que un carajo arrecho vino y formó todo y después se fue para el carajo, y mira a su creación dando carajazos en su existencia. Eso me lo tripeo más.
Jean tiene par de minutos de haber llegado. Coño, maldita codeína! Siempre caigo en estos limbos! Me saluda, le respondo. Pasan unas jevitas, unas menorcitas, pero con minifaldas, tanto, que se les ven las pantaletas. Jean tiene ganas de ir por ellas; pero falta el Portu, a ese no lo podemos dejar. Danny se retira, mañana tiene que irse a trabajar a las 5.
Marico, si apenas son las 7 de la noche? Qué marico es ese pana! Mi teoría es que viene la novia que es una cuaima que nos declaró la guerra, y como dice Jean, el pana está encucado.
El Portu. Según las carajitas, es el más bonito de los tres. Rubio, pelo rubio, ojos verdes, no es atlético ni es flaco pero tampoco es gordo. Y se viste bien. Y tiene labia. No, no la tiene, me aclara Jean. Ese es rolo de mojonero, lo que pasa es que todo el mundo le cree.
Por fin lo vemos. No nos ve, pero sabe exactamente dónde estamos. No somos ningunos gurús elevados. Somos simples drogadictos con mucha clase que trabajan para mantener su vicio y nada, somos duros y panas.
Y si eres jeva, te cogemos y eres nuestra pana. Y ya estoy hablando mucha paja… el Portu lleva rato hablando, Jean tiene una sonrisa de esas que se ha pillado una. Yo soy el pillado, llevo rato en el fucking limbo. Lo que ocurre es que el Portu está contando que le compró crack a un tipo que le dijo que había hablado con cristo en la mañana, justo cuando le preparaba el desayuno a la mujer y los chamos. El tipo tiene dos chamos, uno de 11 y otro de 13, que estudian y le echan bola al béisbol, agrega el Portu.
Algo que se me olvidó decir sobre el Portu: tiene una habilidad única para detectar drogas o gente drogada. Es como un perro antidrogas. Por eso no nos busca, el nos encuentra. Como yo, cuando me encontró en un burdel en La Chapa, cuando me estaba cogiendo a una puta menor de edad, que estudió conmigo en el García de Sena. Sí, sí, un tripeo, pero eso no es lo importante, porque lo que pasó fue que el Portu entró y fue a la habitación donde yo estaba y tocó la puerta, de hecho, la carajita se cagó, pensó que era el papá o la poli, o ambos y nada, era el pana. Me dijo que estaba allí, que me fuera a la mesa donde el estaba. Y ese día estaba hasta las patas: perico, monte y burda de jarabe para la tos.
O como cuando el Parra estaba en la playa, en cuyagua, fumando ganya y de repente se aparece el Portu, forrado con 3.421 dólares, que según le dijo al el Parra, fue un premio que le dio Willy Wonka por haber ganado su concurso en la fábrica de chocolates.
Jean tiene par de minutos de haber llegado. Coño, maldita codeína! Siempre caigo en estos limbos! Me saluda, le respondo. Pasan unas jevitas, unas menorcitas, pero con minifaldas, tanto, que se les ven las pantaletas. Jean tiene ganas de ir por ellas; pero falta el Portu, a ese no lo podemos dejar. Danny se retira, mañana tiene que irse a trabajar a las 5.
Marico, si apenas son las 7 de la noche? Qué marico es ese pana! Mi teoría es que viene la novia que es una cuaima que nos declaró la guerra, y como dice Jean, el pana está encucado.
El Portu. Según las carajitas, es el más bonito de los tres. Rubio, pelo rubio, ojos verdes, no es atlético ni es flaco pero tampoco es gordo. Y se viste bien. Y tiene labia. No, no la tiene, me aclara Jean. Ese es rolo de mojonero, lo que pasa es que todo el mundo le cree.
Por fin lo vemos. No nos ve, pero sabe exactamente dónde estamos. No somos ningunos gurús elevados. Somos simples drogadictos con mucha clase que trabajan para mantener su vicio y nada, somos duros y panas.
Y si eres jeva, te cogemos y eres nuestra pana. Y ya estoy hablando mucha paja… el Portu lleva rato hablando, Jean tiene una sonrisa de esas que se ha pillado una. Yo soy el pillado, llevo rato en el fucking limbo. Lo que ocurre es que el Portu está contando que le compró crack a un tipo que le dijo que había hablado con cristo en la mañana, justo cuando le preparaba el desayuno a la mujer y los chamos. El tipo tiene dos chamos, uno de 11 y otro de 13, que estudian y le echan bola al béisbol, agrega el Portu.
Algo que se me olvidó decir sobre el Portu: tiene una habilidad única para detectar drogas o gente drogada. Es como un perro antidrogas. Por eso no nos busca, el nos encuentra. Como yo, cuando me encontró en un burdel en La Chapa, cuando me estaba cogiendo a una puta menor de edad, que estudió conmigo en el García de Sena. Sí, sí, un tripeo, pero eso no es lo importante, porque lo que pasó fue que el Portu entró y fue a la habitación donde yo estaba y tocó la puerta, de hecho, la carajita se cagó, pensó que era el papá o la poli, o ambos y nada, era el pana. Me dijo que estaba allí, que me fuera a la mesa donde el estaba. Y ese día estaba hasta las patas: perico, monte y burda de jarabe para la tos.
O como cuando el Parra estaba en la playa, en cuyagua, fumando ganya y de repente se aparece el Portu, forrado con 3.421 dólares, que según le dijo al el Parra, fue un premio que le dio Willy Wonka por haber ganado su concurso en la fábrica de chocolates.
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