
Ese ejercicio requiere de paciencia, de gusto depurado, y –en sus versiones más exquisitas- de una inmensa de dosis de literatura. La fotografía de Martín Castillo Morales reúne estas condiciones. Martín Castillo Morales es, sin duda, un voyerista. Y sus fotografías son excelentes ventanas de complicidad. Ser voyer no debe ser tan malo.
2 comentarios:
¡Muchas gracias muchachones!
Los quiero (modelo incluida)
Cuidado con la edad de cristo!
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